La keratina brasileña es el tratamiento de moda entre las mujeres de pelo “frito”. Supone un respiro para todas aquellas que se pasan la vida tratando de domar sus insolentes rizos. Un break para las adictas a las planchas. Un relax para el pelo fosco y sin vida. Porque lo que hace es precisamente relajar el encrespamiento, el rizo, la electricidad estática....
Para ello, se aplica un producto que rompe la keratina natural del cabello (ya deteriorada) para depositar una nueva en el interior de la cutícula. Se sella con el calor de la plancha, se deja actuar un par de días (sin lavar) y…adiós al frizz 3 a 5 meses.
No esperéis que el pelo quede como una tabla como hace el alisado japonés (o yuko). El tratamiento con keratina que se realiza en los salones convierte en ondas los rizos y vuelve dóciles los pelos rebeldes, pero no alisa. De hecho, es reversible y porque podemos recuperar el rizo original cando se pasa el efecto, y no tiene efecto raíz porque los resultados desaparecen de manera progresiva.<
*Ahora, los peligros: las dosis de formol o formaldehido con que están formulados algunos de los productos. Esta sustancia – la misma que se emplea en los endurecedores de uñas- es la que hace el tratamiento funcione, pero en cantidades elevadas puede producir picores de ojos y alergias y, en el peor de los casos, cáncer (emite gases tóxicos).
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